La estrategia de márketing social de la tienda on line o la empresa ha de estar cimentada en el conocimiento de a quien va dirigida la acción y qué se espera conseguir con ella. El target que se busca tiene unas características específicas, por lo que hay que conocer estas características y tener claro qué puede ofrecerse y la mejor manera de hacerlo. Todo esto se consigue con una monitorización de los targets elegidos para trabajar.
Hay que saber qué tipo de cliente se busca y realizar una segmentación de la campaña, que puede ser realizada señalando el tipo de edades a las que se dirige la campaña, la ubicación y los gustos. Por suerte, hay una serie de herramientas que permiten determinar todo esto. Facebook es un claro ejemplo de ello.
Gracias a los datos que se incluyen en la ficha de registro, se puede determinar los items en los que se fijará el sistema para que vean la publicidad. El sistema puede detectar la edad determinada como objetivo, su ubicación geográfica, los gustos que se registran en su perfil y que pueden determinar que se trata de una persona que puede ser afín al producto que se intenta vender.
Todos estos datos segmentan a la «población» de la red social y evita que se muestre la publicidad a personas que podrían no estar interesadas. Algo similar ocurre con las campañas de Google Adsense, que utilizan los datos que recopila Google sobre los usos y las visitas a páginas web por parte del usuario a través, entre otras cosas, de las cookies. Con estos datos ofrecen la publicidad basada en su navegación, hilando fino en cuanto a gustos y permitiendo que solo le lleguen mensajes que pueden interesarle.