Es un hecho que estamos viviendo un momento en el que nos dirigimos hacia un mundo cada vez más móvil. Es decir, que estamos viendo como se utilizan aplicaciones móviles para casi todo, dejando a las páginas web cada vez más olvidadas. No es que estas vayan a desaparecer inmediatamente, pero cada vez es más normal utilizar aplicaciones para hacer las cosas que antes hacíamos en las webs alojadas en internet.
Hace unos años ya se escuchaba que las webs parecían abocadas al final de su camino, ya que las aplicaciones estaban ocupando el espacio que ocupaban las webs. La prensa generalista interpretó esto como que internet estaba muriendo e iba a desaparecer, pero nada más lejos de la realidad. Las aplicaciones van aumentando en número y ocupando hasta los escritorios de los ordenadores de sobremesa o portátiles con Windows o iOs.
Esto no quiere decir que hay de descuidar la página web, sino que además de tenerla lista y bien diseñada hay que tener disponible una aplicación que traslade todo lo que hay disponible en la página web al dispositivo móvil. La funcionalidad es superior y así hay muchas más posibilidades de que interactúen con la tienda y acaben comprando un producto de la tienda on-line.
No hay que descuidar el aspecto y la funcionalidad de la web, aunque hay que trabajar también, de manera paralela, en una aplicación para móviles. Esta ha de ser también atractiva a la vista, con facilidad de uso y, pese a que el aspecto es diferente a lo que se ve en la pantalla del ordenador, hay que hacer que sea agradable de ver y fácil de utilizar.
En cuanto a las plataformas en las que debe estar, hay que recordar que hay dos grandes sistemas operativos, Android e iOs, aunque los dispositivos Blackberry son también una opción a tener en cuenta. Además, Windows ha comenzado una campaña muy agresiva con su Windows Mobile, por lo que también hay que preparar una versión que funcione en este sistema operativo que se supone que irá tomando más presencia en el mundo de los dispositivos móviles.