Para gestionar el día a día de una empresa o un negocio de cara al público, lo ideal es contar con un TPV o Terminal Punto de Venta. Este sistema permite gestionar de manera sencilla y práctica todas las ventas y gestiones de la empresa desde un mismo terminal. Con un TPV se puede controlar todo lo que se necesita conocer de las tareas diarias del comercio, restaurante o cafetería.
Los TPV para comercios están compuestos por la unidad central, un ordenador con la programación y las bases de datos necesarias para su funcionamiento, impresoras térmicas de tickets, uno o varios lectores de código de barras, un cajón portamonedas, y otros complementos que pueden variar según sea el comercio que vaya a equiparlo.
Todas las ventajas que puede encontrar en un TPV táctil no las va a encontrar en una simple caja registradora, ya que además de la posibilidad de realizar los cobros de los productos o servicios, el TPV táctil le va a permitir hacer un seguimiento completo del día a día del comercio.
Un TPV puede, además, permitirle realizar un control completo sobre cada producto, conociendo el ritmo de ventas, las unidades vendidas y las que quedan en stock, el precio de venta, el beneficio obtenido con cada unidad vendida y otras variables sobre el día a día del comercio.
El TPV va acompañado de un software que se encarga de gestionar las ventas, el stock y muchas más de las actividades que se realizan de manera habitual en el comercio. La utilización del TPV ayuda a que todo funcione de manera más sencilla y práctica, permitiendo conocer el precio de cada artículo, las cantidades vendidas y emitir una factura simplificada tal y como marca la legislación.
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